martes, 18 de octubre de 2016

Consejos para el Invernaje de nuestra piscina

La campaña veraniega ha llegado a su fin y el clima más fresco empieza a ser el habitual.
Es conveniente que en este momento iniciemos lo que conocemos como el invernaje.
¿Qué es es y en que consiste? 
El invernaje tiene dos importantes ventajas, por una parte, acondicionando nuestras instalaciones con lo que conseguiremos preservarlas de los rigores del invierno y de la inactividad, y por otra, aprovechamiento del agua; en los tiempos que corren el agua es un recurso escaso. 
Atendiendo al objetivo que persigamos de cara a la  próxima temporada podemos diferenciar dos casos:
Caso en el que vaciaremos la piscina y renovaremos la totalidad del agua.
Si no disponemos de un cobertor para nuestra piscina es posible que decidamos limitar el proceso de invernaje a la dosificación de los productos químicos  y a la inactividad total. Aún en este caso el  importante ahorro que supone en la limpieza y desincrustación de cal de nuestra instalación al inicio de la próxima temporada justifica el proceso de invernaje. 
Advertencia: con cobertor o sin él, no es recomendable mantener la misma agua por un periodo superior a 5 años debido a la saturación de la misma. Se recomienda que la cantidad total de sólidos disueltos en el agua (TDS), nunca supere los 2000 ppm, ni que la cantidad de Acido Cianúrico que se utiliza para estabilizar los cloros supere los 100 a 150 ppm. Generalmente estos valores no deberían superarse antes de 5 años con los tratamientos actuales. 
Caso en el que al agua se le han procurado los cuidados necesarios y será recuperada en su totalidad al inicio de la próxima temporada. 
Evidentemente esta es la opción más ecológica y sus ventajas añadidas son obvias. En este caso un cobertor de piscina nos facilitará nuestro objetivo.
¿Y porqué no vaciar la piscina?
Una piscina vacía se convierte en una estructura débil ante la presión que ejerce la tierra de su alrededor sobre ella. El agua dentro de su piscina actúa contraponiéndose a la presión que la tierra ejerce sobre la pared consiguiendo anular la resultante total. De esta forma, manteniendo la piscina llena prevenimos la aparición de grietas en las paredes de la misma. Así mismo, la propia agua actuará como un aislante de las paredes, que se verán menos expuestas a las inclemencias y la suciedad. Adicionalmente, si disponemos de un cobertor para la piscina, evitaremos que el agua se encuentre tan expuesta a las suciedades, viento y al frio del invierno. Por estos motivos principalmente la piscina debe permanecer llena durante el periodo invernal, y para minimizar los efectos negativos debemos proceder al invernaje. 
Ventajas del invernaje. 
Entre las principales podemos citar las siguientes:
1. Invernar la piscina es sencillo y barato. 
2. Mantendremos el agua en condiciones idóneas reduciendo los costes de mantenimiento y puesta en marcha posteriores. 
3. En muchos casos podremos recuperar la totalidad del agua de una temporada para la siguiente. El agua cada vez es un recurso más escaso, y las sequías permanentes de nuestro país hacen que se convierta en un bien muy preciado. 
4. Al proceder a invernar nuestra piscina evitaremos la presencia de molestos insectos que de otra forma podrían proliferar en ella. 
5. Las instalaciones de la piscina se mantendrán en perfecto estado. 
6. La piscina presentará un aspecto limpio y agradable durante todo el año. 
7. En cierta medida las piscinas son más seguras pues  podremos visualizarlas en toda su profundidad durante todo el año. 
8. Obtendremos importantes ahorros, tanto de trabajo como de dinero, al principio de la siguiente temporada. 
¿Cuándo debe iniciarse el invernaje? 
De forma general, el tratamiento de invierno tiene  una duración aproximada de nueve meses, y deberá iniciarse una vez finalizada la temporada de verano.En ningún caso, aún cuando hayamos iniciado ya el proceso, deberemos abandonar el cuidado del agua mientras temperatura media  de la misma no haya descendido por debajo de los 15 ºC. 
¿Cómo invernar la piscina?
1. Limpiar el fondo de la piscina. 
2. Lavar el filtro a contracorriente (Válvula selectora en posición de lavado) concienzudamente. 
3. Ajustar el pH de la piscina entre 7,0 y 7,4. 
4. Realizar una cloración de choque con la bomba en movimiento para evitar que las pequeñas suciedades del agua queden también invernadas. De esta forma conseguiremos desinfectar los posibles microorganismos que pudiese haber y que a partir de estas fechas ya no reaparecerán por las condiciones adversas. Se recomienda que para este tratamiento utilice cloro activo. Para evitar decoloraciones en el revestimiento, conviene que utilice algún flotador o que introduzca el cloro activo directamente en los skimeres. Es conveniente que dejemos actuar el cloro al menos durante 6 horas. 
5. Con el filtro de la piscina funcionando añadir el producto invernador en la dosis indicada. Asegúrese  de repartirlo por toda la piscina y mantenga funcionando el filtro para asegurar que la distribución del mismo en el agua se homogeniza. 
6. Para prevenir el aumento del nivel por las lluvias, en ocasiones se recomienda disminuir el nivel del agua, aunque recuerde que no debiera reducirlo por debajo de la ventanilla del skimmer. Conviene revisar periódicamente el nivel durante el invierno para evitar desbordamientos. 
7. Inmovilizar el agua de su piscina cerrando los inyectores y sumideros de agua. 
8. Si dispone de limpiafondos automático de los que permanecen en el agua, lo recomendable es sacarlos del agua, secarlos. 
9.En el caso de disponer de un cobertor, se recomienda cubrir la piscina para evitar la acumulación de hojas y suciedad. También evitan las heladas en la superficie del agua, y la formación de algas en el caso de que aumente la temperatura pues no dejan pasar la luz. 
10.Por último recuerde que el invernador debe aplicarse dos veces, al principio, y entre los meses de enero y febrero, dependiendo de las inclemencias del tiempo. 
Inicio de la nueva temporada 
Si hemos seguido los pasos anteriores, al inicio de la nueva temporada simplemente deberemos reestablecer la configuración de nuestra instalación para la filtración normal y seguir los siguientes pasos: 
1. Cepillar las paredes y el fondo de la piscina con el cepillo de fondo. 
2. Pasar el limpiafondos si no disponemos de uno automático. 
3. Lavar el filtro de arena con un lavado a contracorriente. 
Con estos sencillos pasos la piscina se encuentra preparada para la
temporada. A partir de este momento seguiremos con  los procedimientos habituales de ajuste de pH, desinfección (cloro, bromo, oxígeno o el método que utilicemos), prevención antialgas y floculación.